El año pasado, agricultores y mineros, a los que se les sumaron otros sectores, tuvieron al país en vilo con una huelga que se prolongó por unos 20 días y que dejó al menos cinco muertos, cientos de detenidos y millonarias pérdidas económicas.
Los agricultores reclamaban del Gobierno mejores precios para sus productos, rebaja en los costos de los insumos agrícolas, mejoras de vías y renegociación de las deudas bancarias.
Además pedían salvaguardas para frenar las importaciones de varios productos agrícolas procedentes de países vecinos o de aquellos con los que el país tiene Tratados de Libre Comercio.
Pese a que el Gobierno se comprometió a atender muchas de las demandas, los sectores campesinos manifiestan ahora su "inconformidad frente al tratamiento que se le está dando al campo en Colombia".
Los dirigentes campesinos alegan también que el Gobierno no ha cumplido muchos de los acuerdos pactados, por lo que esos sectores "se reunirán con el objetivo de analizar el estado actual de las mesas de negociación y preparar la Gran Movilización Agraria, Campesina, Étnica y Popular 2014".
Según los convocantes, hay razones para iniciar movilizaciones "rumbo al paro nacional por la dignidad del campo colombiano".
EFE.
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